Día Internacional de la Niña

 

En 1942, en plena Segunda Guerra Mundial, los países europeos se encontraban sumamente preocupados a fin de reconstruir el sistema educativo una vez de que finalizara la Segunda Guerra Mundial y fue gracias a la iniciativa de los países opositores a Alemania Nazi que se desarrolló en el Reino Unido la Conferencia de Ministros Aliados de Educación (CAME) y a propuesta de esta se convocó una Conferencia en las Naciones Unidas para la creación de una Organización especializada en temas educativos y culturales. La conferencia sumó a muchos países que apoyaron esta iniciativa y que decidieron crear esta organización la misma que debería afianzar la “solidaridad intelectual y moral de la humanidad”. A esta organización se la denominó Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

 

Siendo así, “La UNESCO trabaja para garantizar que todos los niños y adultos tengan acceso a una educación de calidad. La UNESCO refuerza los vínculos entre las naciones promoviendo el patrimonio cultural y la igualdad de todas las culturas. La UNESCO apoya programas y políticas científicas que son plataformas para el desarrollo y la cooperación. La UNESCO defiende la libertad de expresión, un derecho fundamental y una condición esencial para la democracia y el desarrollo. Como laboratorio de ideas, la UNESCO ayuda a los países a adoptar normas internacionales y gestiona programas que promueven la libre circulación de las ideas y el intercambio de conocimientos.”[i], entre otros aspectos.

 

De esta forma, la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su condición de órgano principal de la ONU e integrada por todos sus miembros, decidieron aprobar la Resolución 66/170 sobre la base del informe de la Tercera Comisión y mediante la cual Deciden designar el 11 de octubre como Día Internacional de la Niña, la misma que se observará todos los años a partir de 2012 e Invita a todos los Estados Miembros, las organizaciones competentes del sistema de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales, así como a la sociedad civil, a observar el Día Internacional de la Niña y crear conciencia sobre la situación de las niñas en todo el mundo.

 

La lucha por los derechos humanos no es una tarea fácil y la propia historia nos ha dado la respuesta en cientos de situaciones de violaciones a los derechos humanos en forma desmedida y cruel. La declaración de un derecho que se encuentra reconocida en un instrumento internacional y por medio de ella estipulado expresamente en la Constitución de los Estados es una victoria ganada y convertida en derecho fundamental y cuya primera responsabilidad para su efectivo cumplimiento y respeto, se encuentra en el propio Estado a través del funcionamiento del aparato estatal y todas las entidades involucradas así como los altos funcionarios que ostentan una cuota de poder en el ejercicio de su función.

 

La violencia hacia las niñas antes de la pandemia, iba en aumento en sus diferentes formas y en diferentes espacios físicos. Los agresores no diferenciaban la edad infantil y muchos menos las circunstancias públicas o privadas. Esta etapa de pandemia, lastimosamente no fue la excepción y así lo demuestra el informe del MIMP en los reportes del 1 de enero al 31 de agosto de este año[ii].

 

Hoy, 11 de octubre del presente se celebra el Día Internacional de la Niña y me pregunto ¿cuál fue la labor de los organismos internacionales al respecto?, ¿cuál fue la labor de los Estados para conmemorar de una u otra forma el derecho de las niñas?, ¿qué acción social se ha realizado para reconocer y valorar la vida la niñas? Y la lista puede seguir.

 

Considero que una de las funciones importantes para la protección de este sector infantil, somos todos nosotros sin exclusión alguna, empezando desde el hogar, los nidos, las escuelas (sin importar la modalidad presencial o virtual, porque este no es un factor eximente), del mismo modo la sociedad en general. No somos parte excluyente, son todos los ciudadanos responsables desde la posición que ostentan y que tiene una cuota de deber en la interacción con las niñas. El respeto a la vida, a su identidad, a su integridad moral, psíquica y física y a su libre desarrollo y bienestar[iii], a la igualdad ante al Ley[iv] y demás derechos inherentes a las niñas. Este sector infantil merece todo nuestro apoyo y atención y sobre todo de parte del Estado en la defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad como fin supremo de la sociedad y del propio Estado.

 

Seamos parte de la lucha contra toda forma de violencia contras las niñas, seamos defensores y protectores de los derechos fundamentales de las niñas, seamos una sociedad más justa.


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