Una autorización que hiere al país: el viaje de Dina Boluarte y la claudicación del Congreso
En medio de una crisis política creciente, con protestas sociales en las calles, una inseguridad ciudadana galopante y una legitimidad cuestionada, el Congreso de la República autorizó el viaje de la presidenta Dina Boluarte al Vaticano. Se trata de una decisión innecesaria, insensible y profundamente irresponsable, tanto por parte del Ejecutivo como del Legislativo. El resultado: una estocada más a la institucionalidad del país y una burla a la ciudadanía. 1. Un viaje sin justificación real El viaje al Vaticano no responde a una urgencia de Estado ni a una prioridad nacional. Es un viaje personal, disfrazado de protocolo. No hay política exterior ni gestión pública que justifique ausentarse del país mientras el Perú arde por dentro. Ni siquiera la audiencia con el Papa León XIV puede ser excusa. Lo cierto es que este viaje se convirtió en una obsesión palaciega. 2. Un Consejo de Ministros armado con apuro y sin renovación Tras la caída del premier Adrianzén —quien...